
Uno de mis amigos trabajaba como auditor de seguridad informática en una empresa cuyo nombre no mencionaré por razones obvias. Eventualmente nuestra conversión llegó al tema de su día a día en el trabajo, le pregunté acerca de sus funciones en la empresa y me respondió que su trabajo consistía principalmente en regañar y educar a los empleados sobre lo débiles que eran sus contraseñas.